Si uno quiere de veras "mojarse" en la cultura tica, se tiene que perder en Chepe (San José). No es esta una afirmación por la que deducimos que hay que callejear (no, eso no es que sea "típico", precisamente), si no que hablamos más bien de perder el norte.
Los puntos cardinales resultan fundamentales para sobrevivir. Un estudio presentado en 2009 aseguraba que los niños españoles de Secundaria desconocían cuáles eran los cuatro ejes básicos de la orientación. Y eso, en Costa Rica es impensable.
Las direcciones postales en el país centroamericano, como se puede comprobar en este enlace a un directorio de los conocidos supermercados Mas x Menos de San José, corresponden a indicaciones relacionadas con una serie de puntos de referencia (cafeterías, centros comerciales, edificios institucionales, etc.), partiendo de que cada manzana o cuadra mide 100 metros (aunque, en realidad, ninguna mida esa distancia) y, por consiguiente, 25 metros es una cuarta parte de la manzana.
Lo demás es todo pura memoria y amabilidad en la pregunta a los autóctonos, bien acostumbrados a encontrarse viandantes perdidos sin saber a dónde mirar. No hay indicaciones de nada, ni de calles, ni de números, ni siquiera una mísera rosa de los vientos pintada en el suelo, extrañada por todos.
Dice un amigo mío que un tico en la capital puede desorientarse al salir de un lugar y reubicarse inmediatamente al elevar su mirada para observar los volcanes y montañas que rodea la ciudad. Sin embargo, aunque no todos tengan estas dotes de "boy scout", existen trucos como, por ejemplo, que todas las iglesias están orientadas hacia el oeste (creo), menos la de la Merced.
Lo más importante es tener claro a dónde está orientada la puerta de la casa de uno. Lo demás, es todo girar en ángulos de 90º para cambiar de punto cardinal.
Otro consejo, menos conocido por los locales, es saber que todas las Avenidas van de este a oeste y viceversa, mientras que todas las Calles van de norte a sur, y, claro está, viceversa. Existe, además, una división lógica e imaginaria que permite que, desde la Avenida Central (o Avenida cero), las que están al norte de ella se contabilizan con números impares, mientras que las que están al sur comprenden los pares.
Mismo procedimiento tienen las calles. Desde la Calle Central, que juega a ser la cero también, aquellas situadas al este son calles impares, mientras las situadas al oeste, como se induce, resultan pares.
Normalmente, en las páginas web de las instituciones y empresas existen dos tipos de direcciones, la conocida como "a la tica" (basada en la brújula mental), y la "guiri" (calles y avenidas, y tener claro cuál es el epicentro de la ciudad). Tal como sucede con una pescadería y marisquería que está a 100 metros al este de Casa Matutes Gómez, o lo que es lo mismo: en la Avenida 10 con la Calle 25. Ya sabemos que quedaría en el cuadrante sureste del mapa.
Todo lo demás es cuestión de paciencia... y colores. La casa color papaya, la tienda amarilla, el parqueo azul y la garita del guarda "morado saprissista". Éste sí es un país multicolor.
Lástima que casi nadie conozca los nombres numerales de las calles y avenidas que pisa. Eso devuelve el encanto que las matemáticas le hubieran robado a la increíble aventura de caminar por la capital.
http://www.zozolala.com/pix/t1_CityOfGlass.jpg
ResponderEliminarNo te olvides la brújula!!
No te preocupes, si tengo dudas me chupo el dedo e intuyo hacia dónde va el viento, jaja!
ResponderEliminarLas mejores referencias que me han dado son: del hueco grande -bache-; de la perra echada -te aseguran que la perra esta siempre en el mismo lugar; del antiguo higuerón -un árbol que ya no existe-...
ResponderEliminarY no te olvides, Nieves, "de donde huele a galleta...."
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